Si usted está planeando viajar a Bolivia este verano, tenemos un lugar asequible con encanto para recomendar en la Isla del Sol. En la pequeña localidad de Challapampa, Don Alfonso y Doña Alicia han ampliado su casa para acoger a los peregrinos de todo el mundo. Refugio Ecológico Wiracocha ofrece refugios de adobe privados coronadas por techos de paja, con maravillosas vistas desde lo alto de una colina y cómodas camas para tomar un descanso antes de visitar las ruinas incas y caminar el sendero.
Nos enteramos de Wiracocha, porque su propietario, Alfonso Choque Tricona, también fue el capitán del barco que nos llevó desde Copacabana a la isla. Pero en lugar de conducir, pasó la mayor parte de del viaje en un juego de cartas y masticando coca con sus amigos, dejando a su hija a cargo del timón.
El refugio se encuentra en una colina con vistas a Challapampa, un pueblo humilde en el lado norte de la isla sin coches o incluso bicicletas. Pasar por cerdos, burros y llamas, pasar por las plantaciones de quinua y seguir caminando por el sendero de piedra. Usted pronto llegara al alojamiento de Wiracocha, el nombre del creador de todas las cosas.
Hecho enteramente de materiales recogidos en la zona, el refugio se compone de más de 10 refugios privados construidos a mano cpn adobe, un material de construcción abundante y asequible. Adobe no sólo es un recurso gratuito encontrado justo en el lugar, también es aislante acústico y aislante térmico que hace que las habitaciones sean cómodas y acogedoras durante todo el año. Todos los albergues están coronadas por un techo de paja, una solución a la intemperie bajo costo que debe ser reemplazado o repuesto cada cierto tiempo.
Cada refugio terrenal está decorado con banderines de colores y nombres que celebran la antigua cosmovisión andina Aymará. Las habitaciones son básicas pero cómodas, que cuesta sólo 2,90 dólares por noche, con muebles tosco hecho de madera encontrado. Cada habitación recibe mucha luz natural a través de sus muchas ventanas, que también enmarcan la bahía y tranquilas aguas del lago.
Todo en el refugio fue hecha por Alfonso, su familia y sus propias manos. Los baños son compartidos y están equipados con ducha con energía solar. Durante el día hay un montón de espacio en el jardín para comer al aire libre o tomar el sol, y por la noche, una cocina común al aire libre con un horno de barro es perfecto para compartir los alimentos, historias y canciones.
Así que ya sabes el secreto mejor guardado en la Isla del Sol: la encantadora Refugio Ecologico Wiracocha.
fuente: inhabitat
Refugio Ecologico Wiracocha
