La casa se encuentra en un terreno muy inclinado en una tranquila zona residencial y junto al parque nacional de San Francisco donde los venados, las ardillas y los animales salvajes vagan libremente.
Nuestra idea era diseñar una nueva forma de vivir en familia haciendo una casa como un pueblo conceptual donde una familia vive en armonía con el entorno.
Una familia es a menudo visto como una unidad social, sino también es un grupo de individuos únicos que viven juntos. Del mismo modo, una casa no es una entidad, sino más bien un conjunto de habitaciones funcionales que trabajan juntos. Esta casa se compone de cajas (habitaciones), que se elevan sobre columnas de acero galvanizado y se gira para alinearse con los contornos de la ladera para minimizar la excavación, mientras que deja a que los animales se muevan y las plantas crezcan debajo de la casa. Estas cajas giran y se interconectan entre sí para formar una cadena de espacios y circulaciones continuo en toda la casa, que crean los movimientos y actividades constantes entre los miembros de la familia. Un flujo de actividades e interacciones mantiene el sustento de la familia, al igual que el flujo de la sangre en nuestro cuerpo. Los diferentes ángulos de las cajas permiten diversas cualidades de la luz para iluminar la casa durante todo el día y líneas de visión de corte por lo que siempre hay indicios de espacios más allá, que sólo se revelan cuando se pasa a través de la casa.
Como la casa se integra en la comunidad, las adiciones a la casa se construirá siguiendo el patrón de diseño de la caja de la casa original obteniendo de esto una vivienda multifamiliar. Mientras que cada vivienda tendrá su propio espacio de vida, todas las viviendas están unidos por las circulaciones, con el concepto de conectar a las familias como una comunidad.
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